Religio Amoris, ¿qué es?

Un tópico literario que se refiere al carácter alienante del sentimiento amoroso, presentado como una enfermedad o servidumbre de la que el hombre debe liberarse

sábado, 24 de mayo de 2008

In Memoriam - Camila Schorr

A mi acompañante de viajes nocturnos, que, esta vez, bajó antes que yo del bus...


Y la luz se apagó en tus ojos,
y su alba y suave piel quedará en el olvido,
y sus risas voluptuosas callarán para siempre,
a partir de la noche fatídica.

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Calladamente, amparada por las penumbras,
partiste sin despedirte, rapidísima;
nos dejaste sin tus risas y sonrisas,
sin tu alma, el alma, en las fiestas.

En silencio, en un momento, cerraste los ojos
y tus manos cálidas, se volvieron frías;
mas, ¿qué ocurrió que te alejaste de tu amor?
si, de tu eterno amor: la vida.

Ni sonetos, ni églogas,
ni las más tristes elegías jamás cantadas,
son dignos de tu memoria,
amiga eterna y ahora, etérea amiga.

Simplemente, en versos eternos,
me despido de algún modo intangible,
de algún modo que alcance tu nueva vida,
de algún modo, en que te alcance, amiga mía.

---- * ----

Y la luz se apagó en tus ojos;
empero, tu vida es y será eterna,
y sabemos, siempre estarás con nosotros;
nunca te olvidaremos, dulce compañera de viajes.

viernes, 25 de enero de 2008

¿Dónde estás, Apolonia?

¿Dónde estás, Apolonia?
¿Dónde estás que no oyes mis gritos?


Luengas tardes he pasado solo, pensando,
pensando en tus manos ebanosas moviéndose,
moviéndose ágilmente entre mis manos secas,
secas como mi corazón, exhausto de amarte.

¿Dónde estás, Apolonia?
¿Dónde estás que no oyes mis gritos?

Mis versos resuenan en la vacía inmensidad,
vacía de mi amor en el vacío de mi corazón,
vacío de todo, menos de ti, oh, Apolonia,
oh, suave céfiro, suave miel de mis ojos.

¿Dónde estás, Apolonia?
¿Dónde estás que no oyes mis gritos?

Delicado rocío esta noche ha caído,
el cielo llora tu ausencia, tu partida queda;
queda partida en penumbras cómplices,
queda partida a una Arcadia lejana.

¿Dónde estás, Apolonia?
¿Dónde estás que no oyes mis gritos?

martes, 15 de enero de 2008

A Apolonia

Estás en el pequeño mundo,
en el pequeño continente
y en el pequeño país;
dentro de la pequeña ciudad,
en la cual se halla tu pequeña casa,
donde se ubica tu pequeña alcoba,
donde está vuestro pequeño lecho
y reposais, pequeña, Apolonia.

En tí hallo un pequeño cuerpo,
una hermosa pequeña sonrisa
coronada por dos preciosos pequeños luceros
encerrados en un pequeño y cálido rostro,
ubicado sobre dos discretos pequeños pechos,
engarzados al pequeño torso moreno
sobre los pequeños muslos garbosos
que te conforman, pequeña, Apolonia.

Y es sólo en tu pequeñez, oh, Apolonia,
donde hallo tu eterna inmensidad,
que se convierte, inmensa, en la mía;
y me llevas por la inmensa Arcadia,
viendo los inmensos bucólicos paisajes;
y entrelazamos nuestras pequeñas manos,
y nos hacemos inmensos, cual beso melifluo,
y ambos, pequeños, nos hacemos inmensos, oh, pequeña...

Oh, Apolonia...